Se queja Antonio hoy de que los ornamentos del Botxo son carísimos para las arcas del municipio y de que hay que ahorrar.
Las papeleras, los bancos y los jardínes de la villa son un gasto demasiado caro para los bilbainos, según él.
Lo que le pasa a Antonio es que quizás piensa poco y no se da cuenta de que si de algo estamos orgullosos los bilbainos de nuestra villa es de lo bonita que ha quedado, de sus ornamentos y de lo bonito que les parece Bilbao a los turistas que vienen y nos dan de comer, en parte, a los bilbainitos y bilbainitas.
Unos dias dice Antonio que no hay que cobrar en las autopistas, otro que los ornamentos son muy caros y deben ser más baratos.
Quizás lo que quiere Antonio y el PP de Bilbao es una ciudad gris de nuevo, una villa triste, una villa oscura y una villa dirigida por él y el PP, como ya lo fue en los tristes momentos de la alcaldesa Lekerika.
Yo quiero el Bilbao de hoy, el bonito Bilbao que nos ofrece el ayuntamiento y el equipo que rige la villa.
Yo quiero a Bilbao tal y como está, aunque me cueste dinero, prefiero gastar mi dinero en esto que no en gastos militares ni desfiles de militares como les gusta a los del PP, y mucho menos a recepciones oficiales a los soberanos de España.
El dinero de Bilbao que se gaste para los bilbainos y las bilbainas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario