11 enero 2007

Ridículos


Muchas veces cuando nos preguntan acerca del lugar de una calle actuamos igual. Hoy he visto la misma situación que puede repetirse allí donde tú decidas.

Una persona se acerca donde otra y le pregunta acerca del paradero de una determinada calle. La primera persona se para, medita, repite el nombre de la calle dos o tres veces y continua diciendo una calle que sí conoce para volver a pararse, seguir meditando y acabar diciendo tras unos minutos... Pues no sé chico.

Esa actuación nos sirve para sentirnos ridículos. Eso sí otra persona que pasa por al lado y que sí conoce el paradero de la calle por la que preguntan pasa de largo pensando "vaya tio más inútil, Mira que no saber dónde está....

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