El juez ha estimado que el ayuntamiento de Bilbao tiene toda la razón del mundo al usar la pasarela de Calatrava y solicitar una unión a otro arquitecto para unir las dos orillas frente a la actitud "chulesca y arrogante" de Calatrava de querer ser él el arquitecto que realizase dicha obra, y de paso llevarse un buen botín a costa de los bilbainos y bilbainas pese a sufrir casi a diario los resbalones de su obra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario