11 octubre 2008

Fiesta de los Txikiteros



Instituida en 1964, por el añorado DON EPI (Epifanio Mezo, a la sazón párroco de la Basílica Catedral del Señor Santiago y buen txikitero) en el día 11 de octubre, con el propósito de dedicar un recuerdo anual a los txikiteros fallecidos coincidiendo con la conmemoración de la festividad (no feriada) de la Patrona de Bizkaia, la Amatxu de Begoña, la FIESTA de los TXIKITEROS, a la que progresivamente se ha ido dotando de mayor trascendencia y contenido, es un homenaje a los hombres y mujeres que han sabido mantener la costumbre del txikiteo, como una forma típicamente vasca de relación cívica, de vital importancia para garantizar la pervivencia de la solidaridad y la cohesión social, y un acto de reivindicación festiva de los beneficios morales que ello comparta tanto para la persona como para la colectividad.

Frente al modelo de sociedad individualista que se nos pretende imponer, incentivándonos a encerrarnos solos en nuestras casas frente a la pantalla electrónica (del televisor o del ordenador), debemos contraponer los beneficios personales (sicológicos y emocionales) y sociales que comporta la costumbre del txikiteo, salir a la calle para tomar algo con los amigos y compañeros, y sobre todo para compartir nuestra vida con el resto de los humanos.

Un valor inapreciable, a cultivar y mimar por nuestro propio bien y el de la humanidad en su conjunto, que constituye la finalidad ultima de la TXIKITEROEN FESTA, una fiesta de exaltación cívica, si así se quiere, que en torno al acto central y primigenio del canto de una Salve en memoria de cuantos han contribuido a conservar la costumbre del txikiteo, popularmente denominada “la Salve de los Txikiteros”, ha ido incorporando el calor popular de otras iniciativas, para cuyo mayor realce se constituyó en 1997 un Grupo de Trabajo, abierto a la incorporación de cuantos colectivos quieran colaborar con este objetivo, que ha venido a refrendar la labor de sustentación relizada desde principios de los 80 por la Peña Athletic Casco Viejo.

Si bien, el mayor valor de la FIESTA de los TXIKITEROS es su carácter de celebración espontanea, puesto que apenas si cuenta con un mínimo esquema organizativo, que año tras año, y sin interrupción alguna desde su institución en 1964, se llena de contenido gracias a la entusiástica y libre participación de la ciudadanía, que la ha interiorizado, reconocido, como uno de los símbolos de identidad del bilbainismo.

Desconocemos la razón por la que Don Epi eligió el 11 de octubre como día de conmemoración de la FIESTA de los TXIKITEROS, coincidiendo con la festividad de la Virgen de Begoña, pero si tenemos en cuenta que el primer milagro de Jesucristo, nada menos que la conversión del agua en vino de las bodas de Caná, fue realizado a instancias de su madre la Virgen, ya no nos parece tan extraño. Y el que, de entre todas las variadas advocaciones de la Virgen, eligiera la de “Begoña”, como Patrona de Bizkaia que es (desde 1903), resulta evidente.

Conviene aclarar a los foráneos, que el 11 de octubre, en que se conmemora a la Amatxu de Begoña como Patrona de Bizkaia (y antaño la natividad de la Virgen María, ahora trasladada al 1 de enero) es laborable en Bizkaia, si bien víspera de un día festivo, el 12 de octubre. Circunstancias ambas que facilitan la multitudinaria participación en la Fiesta de los Txikiteros.

Por otro lado, la costumbre de los txikiteros bilbainos de donar para los niños necesitados la calderrilla sobrante del pago de las rondas, iniciada en la década de los 50 y principios de los 60 del siglo pasado por medio de huchas instaladas en los Bares, también se ha mantenido ininterrumpida hasta nuestros días, depositándose ahora, esta calderilla, en la HUCHA de los TXIKITEROS. Una hucha empotrada en la esquina de la calle Pelota con Santa María, justo enfrente del edificio “La Bolsa”, en el único punto del Casco Viejo desde el que puede verse la Basílica de Begoña. Habiéndose modificado, también ligeramente, el destino de lo recaudado, que antaño se entregaba para el mantenimiento de los huérfanos de la Villa, popularmente conocidos como “los niños de la Casilla” (una institución, ya desaparecida, que debía su nombre al lugar de ubicación del hospicio), y que ahora se dona para el “apadrinamiento de niños”, a través del programa que Ayuda en Acción está realizando en Nicaragua.



El recuento del dinero (“chines” en el decir bilbaino) que los txikiteros, en el transcurso de sus rondas por el Casco Viejo bilbaino, han ido depositando anónimamente, día a día y “perra a perra”, en la Hucha de los Txikiteros “Txikiteroen Kutxa” se efectúa anualmente coincidiendo con la celebración de la FIESTA de los TXIKITEROS.


LOS HUEVOS (DUROS) DE TXIKITERO

Se trata de la adaptación de las clásicas banderillas de huevo cocido. Banderillas (que es como se llama, o llamaba en Bilbao, a los “pinchos” o “tapas”, aunque ahora están imponiéndose estas últimas denominaciones) que tienen su origen en los huevos cocidos, huevos duros, que antaño se exponían en la barra de los bares con su cáscara y todo, y que el cliente pelaba y comía espolvoreándolos con sal.
Un alimento de fácil preparación y conservación, y económicamente asequible, que en aquellos años de penuria franquista y escasez gastronómica, en los que se comía para nutrirse y no solo por degustar, resultaba un alimento redondo, muy apreciado por los txikiteros, de los que acabó tomando el nombre.



Circunstancias, todas estas, que en el año 2002 llevaron al Grupo de Trabajo para la promoción de la Fiesta de los Txikiteros a proponer la instauración de los huevos (duros) de txikitero como una especie de “plato típico del día”, al estilo de las morcillas por San Martín, o el bacalao en Cuaresma, contando para ello con el patrocinio de los comerciantes del Mercado La Ribera, que desde el 2002 vienen obsequiando un cartón de huevos (dos docenas y media) a todos los hosteleros del Casco Viejo que quieran invitar a su clientela con “huevos de txikitero”.

Claro que ahora ya no se trata de huevos enteros, sino de banderillas (pinchos-tapas) que cada hostelero presenta con sus peculiares preparaciones y aderezos, ofreciendo así un atractivo más, y no precisamente pequeño, para la participación en la Fiesta de los Txikiteros.



TXIKITERUEN SALVEA
1985 urriak 11

Txikitero eguna
gozo eta merke
Ama Birginak ere
hemen badu parte
ohitura hau hasi zen
orain hamar urte
eta jarraituko du
ardorik den arte

Zuk, Begoñako Ama
egun hau mantendu
deskuidatzen denari
bidean lagundu
emoiguzu ura ta
ardorik ez kendu
zu bai polita, hori
egingo bazendu

Urte bat euritsua
beste bat gabea
ordukotik gaurkora
badago aldea
Urik eza guretzat
ez da hain grabea
ardoz egingo dugu
aurtengo Salvea

Santa Mari kalea
Perro ta Pelota
hemen jantzi genuen
Bakoren mailota
beltza ala gorria
ez digu inporta
baina, matsaren ura
besterik ez bota

Gaur, Begoñako Ama
bihar Pilarika
Espainia zaintzeko
hor Benemerita
egurra ematea
hoien politika
dozena bat txikito
kontrako botika

Bertsolari eskola
Bilbon, Ulibarri
inoiz ez gara izan
gaur bezain egarri
ardoa eta bertsoa
lotuta elkarri
botila bat hartu ta
gugana etorri.


(Por Marino Montero.)

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