Cuando surge cualquier acontecimiento donde hay que pagar una entrada para acudir, suele surgir también el problema de las invitaciones.
En todo acontecimiento existe un cupo determinado de entradas que están destinadas a las invitaciones.
En el concierto de AC/DC donde las entradas que se han puesto a la venta han sido destinadas a Madrid en número mayor que a Bizkaia ha supuesto un malestar enorme para todos aquellos bizkainos que habían puesto depositada su fe y esperanza en conseguir entradas.
Si bien es cierto, que las invitaciones de este acto irán a parar a "personalidades" bizkainas y vascas en su mayoría y será raro si alguna llega a Madrid y alrededores.
Este domingo se celebró un concierto del cantante Sergio Dalma en Barakaldo. Existían muchas personas con su entrada en la mano, sin embargo había otras que no disponían entrada debido a que se habían agotado.
Este hecho, que puede ser considerado normal, no lo es tanto cuando se observa que el público que accede al teatro no es el habitual de las firmas de discos, ni es el habitual de los conciertos, es otro público "acomodado".
Y la duda surge. ¿Tendrán ellos invitaciones? Y la respuesta es sencilla cuando se descubre a una mujer pidiéndole las "invitaciones" al marido.
Salvando las enormes diferencias entre el cantante Sergio Dalma y el grupo internacional "AC/DC" se crean las similitudes de las invitaciones y el debido cartel de "aforo completo".
Y claro está, ¿quien aguanta ahora a las novias despotricando contra todas las autoridades políticas municipales de Barakaldo, y demás familiares próximos?
Algo parecido ocurrirá con los que intentaron conseguir entradas para AC/DC.
Sinceramente, pobrecitos políticos cuando se les vea por ahí.
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