17 abril 2009

Entrevista a K-Toño Frade en el periódico Bilbao.


DESCENDIENTE de una saga de artistas y personajes populares de Bilbao, a K-Toño Frade Hijo le viene como anillo al dedo eso de que “de casta le viene al galgo”.

Del Athletic “hasta la médula”, devoto de la Virgen de Begoña y, bilbaino, “sobre todas las cosas”, este dibujante y escritor costumbrista acaba de publicar
"Susedidos botxeros y bilbainos selebres y txirenes, trabajo en el que se recopilan
los 127 artículos que ha escrito desde que ejerce “con gusto” como colaborador del Periódico Bilbao.

–¿Es el libro, en cierta medida, un homenaje a su padre?
–Por supuesto. Él me imbuyó,no sólo el bilbainismo y la afición
por el Athletic, sino también la sustansia botxera y el amor por los susedidos txirenes. Tanto mis colaboraciones en el Bilbao como el libro son mi contribución a que la labor iniciada por mi aita, por Julián Alegría o por Emiliano de Arriaga, no quede en el olvido. Es una pena que personajes populares del Bilbao de ayer se borren de nuestra memoria. Si en todos los pueblos alguien recogiera sus anécdotas y sus vivencias, se escribiría otra historia.

–¿De dónde saca material para seguir escribiendo?
–Sobre todo de vivencias personales y de los archivos que me ha legado mi aita, pero también de chascarrillos que me cuenta la gente. Así que todavía hay K-Toño para rato.

–Dicen de usted que es un txirene convencido, ¿quedan muchos de su especie por las calles de la Villa?
–Hombre, haberlos haylos pero sí es cierto que el espíritu botxero que antes se respiraba en Bilbao se ha perdido un poco. Antes fíjate, ahí estaban Chiripa, Botines, Cholopocholo, Pastikitikiti, Bonifa, Lorito, Pepín... Ahora sólo algunos
veteranos conservamos el fuego sagrado de la esencia txirene.

–¿Y qué tiene que tener uno para que prenda en él esa llama?
–Un txirene tiene que ser una persona ingeniosa, simpática, desprendida y amigo de sus amigos. Como se dice popularmente “perejil de todas las salsas”. Nosotros
somos los que nos disfrazamos en Carnavales, los que estamos metidos en las chuflas del Athletic, en las procesiones...

–¿Es más fácil ahora que antes presumir de Bilbao?
– Tenemos la suerte de pertenecer a una ciudad preciosa, con porte, con señorío... Puede que Bilbao esté más de moda ahora a raíz del Guggenheim pero el Botxo bonito ha sido siempre. Mira el Ensanche,¡qué maravilla de entorno! Y no es de hoy, ha estado ahí toda la vida. Los que decían esas barbaridadades de que Bilbao era feo, es porque no tenían ni idea.

–Habrá algo que no le guste de Bilbao o de sus gentes.
–Poca cosa. Pero por ejemplo, que mis nietos llamen chapas a los iturris y peonzas a las trompas, no me gusta nada. Que terminen ahora las palabras en -ado, “cantado”, cuando aquí siempre se ha dicho “cantau”, es una pena.

–Pero usted no claudica.
–No pero eso a veces da lugar a confusiones. Vete a El Corte Inglés y pídeles una palomilla, que es una percha de toda la vida. Pues con toda seguridad te dirán que las aves y las plantas están en el quinto piso. Y así ocurre con un montón de palabras como sinsorgo, insustancial, resbalizar... Es un vocabulario maravilloso y sería una verdadera pena que se pierda.

–¿Y seguirá la tradición familiar?
– Tengo tres hijas y tres nietos y estoy convencido de que alguno de ellos llegará a txirene, seguro. De todas formas el amor por Bilbao es una constante en ellos, si no no son de mi familia.

‘Susedidos botxeros y bilbainos selebres y txirenes’
Precio: 18 euros
Tirada: 2.000 ejemplares
Edita: Ayuntamiento de Bilbao,
Área de Cultura y Educación


Podéis ver la entrevista original aquí

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