(Blanca Urgell a la izquierda junto a Patxi López y su mujer)
La consejera del ejecutivo López en el Departamento de Cultura, Blanca Urgell, se ha erigido como la nueva figura acechante contra la Diputación Foral de Bizkaia.
Parecía que faltaba esa figura dentro del ejecutivo ya que fuera ya se encontraba Pastor representando a la sucursal vasca del PSOE.
Ares quien empezó esa labor parece que no la quiere mantener y la portavoz Mendia tampoco parece que le guste mucho ejercerla y menos aún cuando a penas se cuenta con armas sufcientes como para atacar la gestión llevada a manos por los actuales dirigentes de la Diputación Foral Bizkaina.
La consejera empezó eliminando todo viso de euskera e identidad vasca en el Plan de la Cultura del Gobierno Vasco de Ibarretxe y sustituyendo su nombre por el el de Contrato Ciudadano por las Culturas. De esta forma cambiando el nombre y eliminando cualquier rastro posible sobre "lo vasco" creaba un nuevo Plan, el de los socialistas.
Han sido eliminadas por completo frases como "en orden a la preservación de la identidad, la continuidad desde los hilos de la memoria..." o referencias a la diáspora, al espacio cultural de Vasconia, al euskera (que se sustituye muchas veces por la frase una de las lenguas de la comunidad) o a la memoria cultural vasca.
De hecho en una entrevista en la radiopública vasca afirmaba que "su" plan frente al del Gobierno Vasco de Ibarretxe tenía "muchas semejanzas" , pero,
"ahora se le ha dado un enfoque más actualizado y más acorde con nuestra concepción de lo que tiene que ser la cultura".
Queda dicho todo.
De esta forma se crea un documento "tipo" que lo mismo podría servir para cualquier tipo de cultura de cualquier pais.
"La cultura vasca ha estado durante mucho tiempo absorta en su propia autocontemplación, en ocasiones de una forma excesivamente reductiva y estrecha"
(Blanca Urgell)
Según dicen las malas lenguas su rencor hacia el euskera viene determinado después de que el carmelita "Aita Patxi" consiguiera la vacante de Henrike Knörr en Euskaltzaindia, plaza a alq eu Blanca Urgell aspiraba.
Después de esto le toco el turno al director del Museo más prestigioso de Euzkadi: Juan Ignacio Vidarte
Los socios del Museo son al 50% el ejecutivo de Patxi López y la Diputación Foral de Bizkaia.
Cuando la Diputación lanzó la posibilidad de crear el nuevo museo en Urdaibai Vidarte se posicionó a favor frente a la opossición liderada por el ejecutivo socialista de la idea.
Vidarte trasladó sus ideas a los miembros de la Fundación Guggenheim y esto no sentó nada bien al ejecutivo socialista quien pretendía que su posición no se conociera de puertas para fuera mientras hacía todo lo que estaba en su poder, incluyendo medios de comunicación, para crear una opinión social contra esta idea.
Urgell reconoció públicamente la gestión de Vidarte, que es intachable, pero lo intentó relacionar con el caso Cearsolo y dió a entender que él era responsable de lo acontecido por ser director en ese momento.
(Vamos que en ese caso debería de dimitir Tontxu Rodríguez por el caso del Centro de dia de Barakaldo, Odón Elorza por el caso de las basuras o el mismísimo ZP por los casos de implicados miembros del PSOE)
"Vidarte, como director del museo, debería de servir a sus dueños (ejecutivo vasco y Diputación)"
(Blanca Urgell)
Urgell entrevistada en la radio pública vasca afirmaba sobre el museo Guggenheim Urdaibai que:
"tiene el aspecto de haber sido una especie de trifulca por un tema de quien manda más aquí o algo así y no es no y, por tanto, no sé qué parte no entiende de ese mensaje la Diputación Foral de Bizkaia".
Y ahora hasta ningunea la Diputación.
La Consejera de Cultura Blanca Urgell convocó a la prensa en el yacimiento de Ereño(Urdaibai) para presentar su campo de trabajo sin comunicárselo a la institución bizkaina que es quien impulsa esta investigación arqueológica de Urdaibai.
Así, la consejera socialista, intentará dar una imagen de como la cultura es realizada en Urdaibai frente a la "maléfica" intención de la Diputación de crear ahí un museo. pero claro no se atreve a decírselo a la cara a los responsables bizkainos de la Diputación y para eso no hay nada mejor que no convocarles.
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