La niña embarazada

Hasta que punto hemos llegado para que una niña de once años se haya quedado embarazada.

Claro, ahora a todos nos parece increíble.

El programa de Ana Rosa Quintana y todos los demás parecidos por la mañana y por la tarde hablan de lo mismo, lo increíble de la noticia, pero no se preocupan de pensar en que hacen ellos hablando a las 5 de la tarde o por la mañana tempranito del sexo de los famosos o de las relaciones sexuales en programas como Gran Hermano, etc.

Hemos llegado a un punto en el que hemos socializado el sexo tanto que nos parece normal verlo con nuestros hijos.

Es normal verlo en televisión, en películas, en todos lados.

Los chavales cada vez se echan novios o novias antes.

Nos parece normal hablar de contenidos sexuales con los chavales o que vistan como....

La juventud no digo yo que tenga que ir con faldas largas, etc.

No, no hablamos de eso.

Sino que los chavales tienen que vestir y hablar como tales y no como adultos.

La permisividad que ofrecen los padres a los chavales es otro tema aparte relacionado con este primero.

Nos parece "gracioso" que los chavales tengan novios a edad temprana o incluso les acompañamos a ir de compras a grandes centros comerciales, escogiendo ropa de edad mayor.

Culpa de este embarazo "noticioso" no lo tienen solo los chavales, que afirman que fue consentido, sino que lo tenemos todos y todas al reconocer ellos que fue consentido.

¿Qué clase de mensaje hemos trasladado a la juventud para que ellos entiendan que realizar sexo a esa edad puede estar bien?

Cuando nuestros hermanos o hermanas visten de forma extravagante y no les decimos nada o si les decimos algo nos parece que nos da igual, quizás esté ahí el problema.

Cuando socializamos el tema del sexo en nuestro ambiente, quizás este ahí el problema.

Esto no quiere decir que el sexo sea un tema tabú en nuestras vidas pero tampoco se tiene que convertir la libertad en libertinaje y la sexualidad en erotismo continuado.

Hablar de sexo no es cuestionable, hablar o ver sexo explícito con naturalidad acompañados de nuestros hijos, que son niños, sí.