El presentador de radio y televisión Joseba Solozabal será el pregonero de Aste Nagusia. Lleva media vida viviendo intensamente las fiestas, compaginando el ocio
con su programa en TeleBilbao.
–¿Ha empezado a escribir el pregón?
–Todavía no. Hay alguna idea pero lo que tengo claro es que no voy a ser un pregonero convencional, eso desde luego. Mi entorno me pregunta mucho qué es lo que
voy a decir y cómo lo voy a hacer. Ellos saben como soy y no se si creen que me voy a tirar del puente abajo (risas).
–Ha declarado que el discurso será transgresor, incorrecto, excesivo y un poco maricón. ¿Nos puede adelantar algo?
–Transgresor porque considero que así soy yo, incorrecto porque los discursos correctos en fiestas me aburren muchísimo. Excesivo, porque las fiestas de Bilbao son
para cometer excesos, siempre controlados, y... un poco maricón porque acaba en “ón” como pregón.
–Después de una temporada en la que ha entrevistado a personalidades
como el Lehendakari Ibarretxe o el Alcalde Azkuna. ¿Cómo se siente al ser usted
el centro de la noticia?
–No es cómodo porque el papel de entrevistado no lo controlo, no es lo mío. Y, sobre todo, me molesta cuando malinterpretan mis palabras. Se me han atribuido frases
que yo no he dicho.
–Ha declarado que habrá algo especial con Fangoria y Raphael. ¿Subirá a cantar con ellos?
–No, (risas). Pobres, déjales vivir. De momento lo de cantar está descartado. Además no creo que lo quieran ni ellos ni la gente. He propuesto una idea y veremos si se
puede llevar a cabo.
–¿Podrá compaginar la labor de pregonero con su programa?
–De hecho tengo que hacerlo. Tengo la suerte de contar con un equipo estupendo que me va ayudar. Es, sin duda, un año especial, y quiero hacerlo bien, quiero estar en todas partes, vivir la fiesta de verdad y quiero pasear el traje de pregonero por todos los recintos festivos.
–¿Presentará también el programa con el traje puesto?
–En momentos puntuales sí, pero además me pondré otras cosas (risas). No quiero que parezca que sólo tengo un traje para toda la semana.
Además, por la noche con él puedo parecer una momia incandescente.
–Algún concejal como Jon Sustatxa ya le ha advertido que no puede introducir modificaciones en el traje. ¿Se va a resignar?
–El traje es una cuestión institucional, una leyenda y, por supuesto, es intocable, pero… ya veremos. Desde aquí le digo a Jon Sustatxa que en Bilbao se puede hacer de todo.
–Siendo usted pregonero ¿abolirá la categoría de petardo que “premia” los aspectos negativos de la fiesta?
–Para nada. Txupinazo y petardo como todos los años. Mientras no me lo den a mí…
–Ahora que es una de las autoridades de Aste Nagusia. ¿Qué hará si ve a alguien orinando en la calle?
–Se la corto directamente.
–¿Nunca ha caído usted en esa tentación?
–Sinceramente no, aunque siempre hay gente que dice que te ha visto. No ha sido por falta de ganas pero no podría hacerlo porque luego vas por la calle y huele criminal.
Es muy incómodo. Procuro no hacer en la calle nada o casi nada que no haría en mi casa.
–¿Teme que algún huevo ronde el balcón?
–El Ayuntamiento aboga por un txupinazo limpio y va a conceder unos premios a la gente más cuidadosa. Lo de tirar huevos y harina no es bilbaino, no se quién se lo ha inventado pero no le veo ningún sentido. Que los huevos los utilicen para lo que
sirven. Pienso que el que tira huevos precisamente carece de ellos.
Por:Alberto Álvarez Caller (Periódico Bilbao)
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