17 abril 2007

La Baldosa de Bilbao


Un familiar me decía el otro día que podía incluir algo de la historia de la baldosa en el blog y así, ir incorporando poco a poco cuestiones emblemáticas de la Villa.

Considere buena la posibilidad, pero que dejaría para más adelante, hasta que el otro día que había llovido un poquito acabe empapado por las aguas que se encuentran debajo de estas míticas losetas rotas.

Y es que es lo que tiene. Son muy bonitas, a todo el mundo le gustan y son tipicamente bilbainas, pero cuando mojan es que mojan de verdad.

Evidentemente el ayuntamiento no tiene porque tener que estar al tanto de cualquier loseta rota en cualquier punto de la villa, pero es que cuando se da aviso de ir a reparar alguna, se tarda un poquito, claro ejemplo de esto es que algunas llevan mucho tiempo así.

La baldosa fue un invento del ayuntamiento, y digo invento porque son antideslizantes y con diseño propio y creadas en los talleres que el ayuntamiento antiguamente tenía en la calle Mena.

La baldosa es de tipo roseta y es cuadrada con cuatro dibujos iguales. Existen otras más grandes pero esas ya no son las "típicas" sno unas simplemente diferentes.

Estas baldosas rondan las calles de nuestra amada villa desde el año 40 aproximadamente.

Son bonitas y nuestras, no digo yo que no, pero tienen sus defectos. Pesan mucho ( si no probad a coger alguna en alguna obra cercana) y eso provoca que al llover y estar las baldosas sueltas provoquen que toda el agua que se encuentra contenida debajo se propulse con una velocidad y potencia inusitada.

Así que muchos días acudimos al trabajo con una manchita muy bonita y, muy nuestra, en los pantalones.

La Otxoa también expresó estos acontecimientos en su canción " La Baldosa" del album " VIvir de Noche" del año 1995.

Un sincero recuerdo para todas aquellas baldosasque se ven pisoteadas todos los dias por nuestros pies y que de vez en cuando "nos escupen" nuestra prepotencia sobre ellas.

1 comentario:

  1. Aunque en estos últimos años se está fechando la colocación de las primeras baldosas de Bilbao en torno a los años 40, en realidad la fecha es anterior -años 20 o 30-y las primeras fueron elaboradas por Eduardo Sáenz Venturini (hermano del escultor bilbaino Federico Sáenz Venturini), en su fábrica de piedra artificial, que estuvo situada en la calle San Mamés hasta mediados de los años 30

    De esta fábrica salió también la piedra artificial que decora algunos edificios emblemáticos de Bilbao, como el Mercado de La Ribera, el Kiosko de Música del Arenal, la Pérgona del Parque de Doña Casilda o el Instituto de Enseñanza Media Miguel de Unamuno.

    Como dato curioso cabe mencionar que, aunque la baldosa sea de Bilbao, la mezcla original es creación de un fabricante valenciano, cuyo nombre desconozco, y del que era amigo y cliente Eduardo Sáenz Venturini.

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