QUIEN trate de reducir la polémica sobre el nombre de la Selección Vasca Euzkadi a un debate nominalista, se equivoca. "Ya están estos peleándose por una cuestión de nombres cuando hay cosas más importantes que hacer" acabo de escuchar en una radio nacional que se llama Radio Euskadi y llega hasta La Rioja por una parte y cerca de Burdeos por la otra. No. No es una pelea nominal. Es algo más y algo muy profundo, que nos debería hacer reflexionar sobre la incultura oceánica de unos chavales de ikastola bien intencionados por una parte, y, por la otra, por una mezcla de acracia, marginalidad, beligerancia, antisistema y mucho antisabinianismo militante.
Pero ¿no fue Sabino Arana quien descubrió el concepto de Patria Vasca en 1895 y fue por ello perseguido? No importa. Lo abertzale es lo que decimos nosotros. Pero, ¿si en la guerra los gudaris morían con el grito en los labios de "¡Gora Euzkadi Askatuta!" y ni uno con el "¡Gora Euskal Herria Askatuta!". No importa. Esas son batallitas. Pero ¿No existió la Selección Vasca, histórica Euzkadi, la que paseó por el mundo el nombre de un pueblo vencido por una guerra de agresión del fascismo internacional y jugó en Rusia, Francia, Holanda y México con ese nombre y sus jugadores murieron todos en el exilio? No importa. Quien redactó aquel comunicado de ETA sustituyendo Euzkadi por Euskal Herria sabia lo que hacía. Pero ¿la llamada izquierda abertzale no canta el "Euzko Gudariak, Euzkadi Askatzeko" y el nombre de ETA lleva la E de Euzkadi y no la E de Euskal Herria?. No importa. Esto es un pulso contra lo institucional vasco. Pero, ¿si toda la documentación oficial hasta hace cuatro años sólo consagraba el término de Euzkadi? Os he dicho que no importa. La nomenclatura la marcamos nosotros y la historia nos importa un pito.
Es así como está planteado visceralmente un problema que sólo ha podido cuajar porque la semilla ha caído en la tierra abonada de la incultura, de la más absoluta incultura política. Mejor ejemplo de manipulación política será difícil que podamos encontrar.
El 23 de marzo de este año, en la Plaza Nueva, el día de Aberri Eguna, Iñigo Urkullu comenzaba su intervención de esta manera: "Euzkotarren Aberria, Euzkadi da". ¡Que frase tan simple y que significado tan profundo para quienes somos abertzales! Simple y clara. Una Patria suma de voluntades, una nación compartida, abierta, una Patria libre para hombres y mujeres libres. Ésa es la diferencia entre las diferencias. La que nos separa no sólo de los métodos, sino de los fines, la diferencia entre la Patria que anhelamos la mayoría de la sociedad y la que pretende imponer ETA".
Y aquí está la madre del cordero. ETA y su mundo, tienen otra concepción de lo abertzale, de lo vasco, de lo democrático, y por eso molestan tanto desde Sabino Arana hasta el PNV, pasando por toda la historia de este pueblo, que al parecer sólo existe desde 1960.
Porque desde que se formula como tal, el proyecto político diseñado por Sabino Arana para el País Vasco en 1895, se llama Euzkadi. "Euskotarren Aberria Euzkadi da". "Euzkadi es la Patria de los vascos". Euskal Herria es la realidad geográfica, lingüística y cultural que comprende a todos los territorios en los que se habla euskera. Es la tierra del euskera. Pero cuando Sabino Arana acuña la voz Euzkadi, lo hace para dejar claro ante todo el mundo, que ese conjunto de territorios unidos por la lengua, la cultura y una cierta conciencia de comunidad, aspira a convertirse, también, en una realidad político-institucional. Euzkadi es, pues, el nombre con el que se bautiza el proyecto de construcción nacional del País Vasco. Euskal Herria es un hecho lingüístico y cultural. Euzkadi es el proyecto político que aspira a convertir esa realidad lingüística y cultural en una nación dueña de sí misma y con capacidad para decidir su futuro.
Desde entonces, a lo largo de un siglo, ese término ha sido perseguido en Hegoalde por hacer referencia a un proyecto esencialmente contrario a la unidad de España. Por Euzkadi se rompieron la cara los primeros nacionalistas vascos frente a dinásticos y tradicionalistas que sólo reconocían, respectivamente, España y Euskal Herria. Por dar goras a Euzkadi y por repartir octavillas con el nombre de Euzkadi han sido detenidos y torturados muchos vascos. Por Euzkadi lucharon los gudaris en la guerra de 1936, frente a los requetés que reivindicaban Euskal Herria. Por ello, el himno de los gudaris no habla de Euskal Herria, sino de Euzkadi: "Eusko gudariak gara, Euzkadi askatzeko...". A Euzkadi invocaron los nacionalistas fusilados durante la Guerra Civil y la posguerra.
Cuando ETA nació, incorporó a sus siglas un nombre subversivo: Euzkadi. Euskal Herria estaba permitido por el franquismo, porque era una expresión cultural, inofensiva. Euzkadi, no. Era una voz prohibida. Y durante las oscuras décadas del franquismo, Euzkadi fue el eje en torno al cual confluyeron resistentes, poetas, mendigoizales, nacionalistas, utópicos y los militantes de todo pelaje que se dieron cita en la lucha contra el franquismo."
• "Gu gara Euzkadiko gaztedi berria..."
• "Euskalduna naiz eta, Euzkadi dut maite, hargatik kartzelara eramaten naute"
• "Gora Euzkadi, bizi bedi, Gora Sabino Arana Goiri"
Por eso, la censura franquista, permitía -e incluso animaba- el uso de Euskal Herria y prohibía el término Euzkadi. En 1973, un censor del régimen franquista establecía la diferencia entre Euzkadi y Euskal Herria: "En opinión del lector que suscribe, es preciso fomentar, estimular y ayudar todas aquellas obras en las que aparece la vieja y gloriosa sana palabra Euskal Erria, usada todavía por los auténticos y nobles vascos. Es un criterio que no falla.
NOTA: La diferencia que existe entre decir GORA EUZKADI y GORA EUSKAL ERRIA es la siguiente:
GORA EUSKAL ERRIA: Viva España y Vasconia
GORA EUZKADI: Viva y fuera España"
(Ver Joan Mari Torrealdai: La Censura de Franco y el tema vasco, pág. 89)
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No es de extrañar, por ello, que cuando a Carlos Merino, responsable de Fuerza Nueva de Bilbao, le preguntaban por Euzkadi, respondiese:
"¡Euzkadi no existe!. En todo caso podríamos admitir Euskal Herria; ese es el nombre correcto" (Revista Punto y Hora de 26 de abril a 3 de mayo de 1979).
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Ahora, a la izquierda abertzale, le parece que el nombre con el que hemos de referirnos al País Vasco, es el nombre que a Fuerza Nueva le parecía correcto. El nombre que, según la censura franquista, significaba "Viva España y Vasconia".
De ahí que no debamos caer en la trampa del lenguaje que nos están tendiendo unos y otros. No en balde nos costó cuarenta años lograr que se pudiera gritar "¡Gora Euzkadi Askatuta!". Para que ahora un comunicado manipulado le diga a Sabino Arana que se equivocó.
Euskal Herria es un hecho lingüístico y cultural. Euzkadi es el proyecto político
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Nos costó cuarenta años lograr que se pudiera gritar "¡Gora Euzkadi Askatuta!"
(Publicado por Iñaki Anasagasti en su
blog)