Ayer, finalmente, se produjo la foto (que tanto le gusta a López) de la firma de la transferencia de "Políticas de Empleo". Una transferencia descafeinada, o "cepillada" en el lenguaje socialista.
Lo digo porque el ejecutivo López la ha valorado en 100 millones menos que los anteriores Gobiernos Vascos.
Pero claro, hay que quedar bien con la sede. Eso se lo dirá cualquier director de sucursal bancaria respecto a la central.
El calculo de la transferencia según los Gobiernos Vascos anteriores al ejecutivo López era de 400 millones y se basaba en el cálculo realizado sobre las inversiones del Estado en Euskadi para sufragar las funciones que realiza el Inem, esto supondrá un recorte de la financiación de la que dispondría el Gobierno vasco para desarrollarla.
Claro está que el "acuerdo básico" al que han llegado los ejecutivos vasco y español, y que conlleva un importe inferior al original, se puede deber a que:
a)Que en realidad no se transfieren todas las funciones del Inem, sino que el Estado se reserva algunas de ellas, y, por tanto, no se hace necesario que el importe de la transferencia se complete al 100%.
b)Que al realizar el cálculo, los socialistas no hayan aplicado el coeficiente del 6,24% que corresponde según lo establecido en el Cupo y, así, los fondos con los que contará el Gobierno vasco para financiar las funciones que ahora desarrolla el Inem se quedarán cortos y se hará necesario buscar otras vías de financiación diferentes.
Vamos que o la transferencia quedará incompleta o se ha pagado "de más" por ella.
Claro está que Patxi López le podía haber dicho al presidente de su partido que aprovechando la reunión, le devolviera los 456 millones que le deben a la Diputación alavesa por el cobro del iva correspondiente a los coches importados, basándose en el estatuto y en las normas forales del territorio.
Pero eso era pedir y reivindicar algo para los vascos, algo que no se lleva.
¿Se imaginan al director de la sucursal del banco pidiendo a la central mejoras en las instalaciones o devoluciones a los clientes por pagos indebidos a sus clientes?
Tampoco hablaron de las otras transferencias pendientes en el Estatuto, ni de la de prisiones ni de otras tantas, tampoco hablaron del pago de la deuda a la Diputación de Araba, pero sía hblaron de que Donosti albergue una reunión de ministros de la UE durante la presidencia de turno de España y es que Patxi se quedó con las ganas de aparecer en algún medio internacional porque le han dicho que la edición de la "Vanity" era solo para el territorio peninsular.
Prueba más de que solo se trataba de un acto de propaganda es que en la reunión no estuvieron los responsables del ejecutivo de Trabajo y Asuntos Sociales, Gema Zabaleta, ni la responsable de Transferencias, Idoia Mendia. Quien sí estuvo fue el "todopoderoso" Ares, responsable de Interior, quien no tiene que ver con Trabajo o Transferencia pero es quien realmente le ayuda a comprender a Patxi su trabajo y su quehacer medianamente serio.
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