19 diciembre 2009

El otro día entré en el Twitter de Patxi López y me llamó la atención la elevada cantidad de seguidores (followers en la terminología de esta red social) que tenía el actual lehendakari. Nada más y nada menos que 60.310, cuando este verano apenas llegaba al millar. ¿Se había encontrado de repente con un aluvión de fans en Internet?





Me extrañaba. El twitter de Patxi López ha estado mucho tiempo sin actualizar. Desde que terminaron las elecciones hasta la entrevista que se retransmitió por este medio en agosto apenas había habido mensajes. Ultimamente está más cuidadao, pero siguen siendo avisos sumamente institucionales y, por tanto, muy aburridos. ¿Qué ha ocurrido entonces? Para averiguarlo, entré a ver la lista de seguidores y examiné unos cuantos. Me llamó la atención que casi ninguno tenía foto y que no tenían ni un solo fan. Esto último es absurdo, pues un usuario de Twitter normalmente busca la comunicación con otros y, sin seguidores, ésta no puede existir.

Obviamente, no podía analizar todos sus 60.310 seguidores uno a uno, así que con un amigo preparé un programa que los examina de forma automatizada. Los datos son demoledores:

- En realidad no tiene 60.310 seguidores, sino 10.662. Esto es así porque probablemente Twitter le ha borrado los otros 50.000 por tratarse de usuarios falsos. Obviamente, no puedo verificar al 100% que sea así, pero es lo que ha ocurrido en otros casos.

- Los 10.662 que sí le siguen tampoco parecen ser muy reales. El 60% no tienen ningún seguidor y el 82% o tienen un seguidor o no tienen ninguno. Todo parece indicar que son usuarios falsos, creados por un robot. Unos 10.000 tienen menos de cinco seguidores. En cualquier caso, parece que sólo unos 1.800 fans de Patxi López son reales (2 ó más seguidores).

¿Significa esto que Patxi López está inflando el número de internautas que le siguen en Twitter? No es posible responder ni que sí ni que no. Podría ser algo buscado o bien algo provocado con el fin de desprestigiarle. Lo único cierto es que todo parece indicar que la mayor parte de sus seguidores no son usuarios reales sino generados por un robot.

Se trata de programas informáticos que “fabrican” baterías de miembros de Twitter que se siguen entre sí. Siempre se hacen fans de un mínimo de 20 usuarios para evitar que la red social los catalogue como falsos. De esta forma, aparentan ser reales. Hay muchas empresas que ofrecen este servicio por Internet. Por ejemplo, Tweecha cobra tres céntimos por cada “follower”.

Por Jose A. del Moral en su blog cybereuskadi


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