Usando los transportes como arma de batalla.

Si hay una cosa más que clara es que los actuales dirigentes de la sucursal vasca del PSOE no tienen ni idea de transportes.

Hace unos dias nos enterábamos que Metro Bilbao ha sido condenado a pagar una sanción administrativa de 185.000 euros por la decisión de poner en funcionamiento un autobús lanzadera ilegal entre Galdakao y Etxebarri.

Este no es el único caso en el que el partido socialista se ve envuelto en movidas con el transporte.

Hace unos meses el PSOE se alienaba con su sindicato UGT y apoyaba una huelga general en Bilbobus que ocasionó la molestia a muchos ciudadanos.

El sindicato criticaba que las unidades de Bilbobus estaban sicuias y en mal estado, sin embargo en el momento que se decidió aumentar el sueldo a los chóferes, la huelga finalizó de inmediato y las reivindicaciones de "supuesta" mejora quedaron en el olvido.

La culpa de que los autobuses estuvieran sucios y en supuesto mal estado se debía, según el propio PSOE y el sindicato UGT, a que el Ayuntamiento había decidido retirar la concesión a la empresa TCSA y se la había otorgado (previo concurso) a Veolia que ofrecía la propuesta más barata.

El candidato socialista Txema Oleaga se posicionó favorable a las tesis de los huelguistas de Bilbobus

El PSOE y UGT criticaron duramente esta decisión y culpabilizaron al propio Alcalde de la Villa de la huelga. (Insisto en que la huelga finalizó inmeditamente en cuanto se habló de dinero)

Una flota de autobuses continuamente renovada. 13 en 2009, autobuses de 2 pisos en 2010 y 8 más para 2011. Pese a que durante la huelga se atacaron gran cantidad de autobuses con ciudadanos en su interior.

Pues pasado el tiempo el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 5 de Bilbao ha desestimado íntegramente el recurso presentado por el anterior adjudicatario TCSA y sostiene que la oferta económica de Veolia, que resultó elegida, «no fue desproporcionada o temeraria» pese a la reducción del precio.

Un nuevo batacazo a los dirigentes socialistas que pretenden utilizar el transporte público como arma de batalla contra las insituciones públicas dirigidas por partidos políticos diferentes a su ideología.

Claro que esta lucha encarnecida contra Diputación y Ayuntamiento tiene victimas colaterales que son la ciudadanía bizkaina y bilbaina, pero claro no es algo que les importe a los socialistas en estos momentos.