La otra cara de los políticos

Es agradable conocer a los políticos y verles en una faceta más informal de lo habitual.

"Como uno es en realidad", como se suele decir coloquialmente.

Se ha convertido en habitual ver al Alcalde de Bilbao recorrer los barrios de Bilbao sin corbata y dialogar con las vecinas y vecinos que le paran para agradecerle lo bien que lo está haciendo y lo bonito que está dejando los barrios. Y es curioso entrar a un bar y encontrarte con él y verle hablar con el tabernero de las mejoras que hay pensadas para su barrio.

Iñaki Azkuna, saludando a unos vecinos que le pararon.

El tú a tú es importante y la "informalidad" también.

Así mismo, aquel que se lo encuentre un fin de semana paseando o yendo a comprar el pan o visitando el Museo de Bellas Artes se lo quedará mirando y verá a una persona cercana en él.

Pero no es el único.

Es frecuente ver a Txema Oleaga (PSE-EE-PSOE) como ánimo al Bilbao Basket en Miribilla, al igual que lo hacía en La Casilla.

Txema Oleaga , junto a López,  a la salida de una conocida marisquería.

Es un ferviente admirador de este equipo y un fanático del baloncesto en general.

Disfrutar con el equipo y verle decir no se qué cuando el equipo no gana, también es curioso.

Hasta el momento eran los únicos políticos que había visto desde "su otro lado", pero ayer tuve la oportunidad de observar también a Cristina Ruiz (PP) en todo su explendor.

Cristina Ruiz escuchando a Basagoiti

Ayer acudí al teatro Arriaga a escuchar al cantante Sergio Dalma que visitaba una vez más Bilbao y me fijé que Cristina se sentaba en una de las butacas reservadas para las invitaciones.

No voy a entrar en eso (que sería un largo tema para otro día), pero sí en la naturalidad con la que disfrutó la candidata popular con el concierto-espectáculo.

Le costó entrar en materia, pero finalmente se levantó, aplaudió, cantó y bailó las canciones como una más.

Y es que muchas veces nos olvidamos que los políticos también son personas y tienen derecho a disfrutar como cualquiera, sin importarles el qué dirán.

Si así fueran en el trato diario seguro que habría más gente interesada en la Política ( con mayúscula) que la existente en la actualidad.