Es el momento de Euzkadi.
“En estos preciosos momentos sentimos más que nunca el ideal patrio, porque más firmes que nunca en nuestra doctrina estamos seguros de que no habrá poder humano capaz de oponerse a ella porque no sólo la Patria se abrasa de amor, sino que su calor y sus chispazos se perciben también en el mundo, demostrando la existencia de un pueblo vivo y honrado que desea fuertemente su libertad.”
(Lehendakari José Antonio Agirre. Aberri Eguna 1932).
En 1932 el Partido Nacionalista Vasco celebró su primer Aberri Eguna. El primer día de la Patria Vasca. 80 años después, con el trabajo día a día, Euzkadi es más nación que nunca. 80 años después seguimos reivindicando que somos un Pueblo con identidad propia. Si en 1895 Sabino Arana abrió un camino de esperanza y de desarrollo cuando formuló aquella idea de que Euzkadi es la patria de los vascos, hoy, más de un siglo después, reivindicamos con tanta, si no más, fuerza que nunca que somos un Pueblo. Uno de los más antiguos del mundo. Y reafirmamos nuestro compromiso de que nuestro presente y nuestro futuro solo nos corresponde escribirlo a los vascos y vascas.
Hoy en el año 2011 también vivimos momentos difíciles. En un mundo zarandeado por grandes cambios cuyas consecuencias apenas acertamos a adivinar, con amenazas globales que a todos nos afectan, pero que son también motivo de esperanza para los vascos y vascas y para millones de personas que desean vivir en un espacio de democracia y de justicia.
Momentos de cambio en todo el mundo. Y también en Euzkadi. Momentos de dificultades pero también de esperanza. Y todo esto sucede en medio de una crisis económica global sin precedentes.
Euzkadi no es una isla en este panorama. A los dos retos más ansiados de nuestra sociedad en los últimos 30 años –la paz y la normalización en la convivencia política para el desarrollo del autogobierno- se une un nuevo desafío: la crisis económica. Y todo ello con una institución en la CAV-Euzkadi, el Gobierno vasco, paralizado en la voluntad de autogobierno e ineficaz en la gestión de su quehacer diario. Un Gobierno sucesor y rentista de los que hasta ahora habían sido motor y dinamizador con su liderazgo social, político y económico de nuestra sociedad. Un Gobierno que ahora está fuera de la realidad y sin perspectivas de recuperar un imprescindible liderazgo cuando esta sociedad más lo necesita.
Un gobierno que no está a la altura de las circunstancias. Un gobierno y un Lehendakari que han dilapidado en dos años una herencia que había situado a Euzkadi un 130 por ciento de la renta media per-cápita europea y por debajo de la media de paro de la U.E. Un Gobierno vasco que se ha endeudado más que en ninguna otra época de nuestra historia reciente. Y más que nadie en el Estado en los dos últimos años. Un Gobierno vasco que ha cosechado, por su falta de programa y su nula voluntad de coordinación interinstitucional y política, más gasto y más deuda y, a su vez, un enorme crecimiento del desempleo y una notoria degradación de los servicios públicos básicos.
Un Gobierno que pone por delante de cualquier otra consideración, su propia pervivencia y su pacto de poder con el PP. Un Gobierno cuya máxima directriz para el próximo tiempo es la extensión de su pacto a otras instituciones. Un gobierno timorato, indeciso y cambiante en el gran reto que es la paz y normalización en la convivencia política, cuando más cerca estamos de conseguirla.
Y todo ello porque es un Gobierno que prima sus intereses partidistas y electorales. Es un Gobierno cuya dependencia de su socio de gobierno parece enfermiza y, aún más, cuando parecen basarla en un supuesto pacto antiterrorista que, unos y otros, a su interés utilizan como arma arrojadiza o como una falsa “espada de Damocles”. Un gobierno débil porque, para sobrevivir y mantenerse ahora y extenderse después, depende, primero, del PP y, luego, de Madrid. Un Gobierno, en fin, para el cual los intereses de Euzkadi no son la guía y razón de su actividad.
El momento de la responsabilidad.
EAJ-PNV no está dispuesto a perder ni un solo minuto. Lo hemos demostrado desde el Gobierno de las instituciones que gobernamos y desde nuestra labor en la oposición. Quienes tenemos responsabilidades políticas estamos obligados a tomar las decisiones correctas para salir de la crisis y a poner las bases para generar un modelo económico diferente y, en nuestro caso, propio. Los Gobiernos Vascos liderados por EAJ-PNV fueron ejemplares a este respecto, lo que contrasta con la pasividad del actual.
Pese a todo, no hemos rehuido nuestra responsabilidad. Hemos traído a Euzkadi más inversiones, más transferencias y más autogobierno. Hemos traído la estabilidad que Euzkadi necesitaba. Estabilidad para superar la crisis y estabilidad para conseguir la paz y la normalidad en la convivencia política. No hay libertad sin desarrollo. No hay democracia sin derechos.
No hay futuro sin esperanza. Todos debemos entender que no habrá verdadera salida de la crisis si no damos motivos de esperanza a las-los jóvenes, a nuestras hijas e hijos, a las generaciones futuras, a quienes debemos entregar un sistema económico que permita el acceso al trabajo, unas prestaciones sociales aseguradas y unos instrumentos financieros estables. Este debería ser en última instancia el principio que presida las decisiones que hayamos de tomar en lo inmediato.
Otra de las grandes preocupaciones, donde se concentran demasiados miedos y esperanzas, es la de la paz. A ETA solo le decimos una cosa: debe cesar de manera definitiva y anunciarlo ya. Su presencia ha sido y es un obstáculo para el desarrollo pleno de nuestro Pueblo. Su historia, sus cincuenta años de historia solo han traído sufrimiento y dolor, incluso en su propio mundo.
Si alguien merece nuestra atención son las personas. Las víctimas, a las que se debe un singular reconocimiento político, y las personas amenazadas que, aún más si cabe, tienen derecho a vivir en paz y libertad, a ejercer sus derechos sin la angustia de que ello les pueda costar la vida... y en otro plano la observancia de los derechos que asisten a las personas privadas de libertad así como a sus familiares.
La desaparición definitiva de ETA como amenaza latente es la gran esperanza de la sociedad vasca, lo que nos permitiría abrir una nueva etapa de convivencia y reconciliación, desde el reconocimiento del mal cometido y el respeto democrático a la pluralidad de la sociedad vasca.
A la Izquierda Abertzale que quiere hacer política solo les decimos que bienvenidos a la confrontación política de programas, ideas y proyectos. Bienvenidos a la realidad. Si es así, ¡ ya era hora ¡ pero no esperen ningún recibimiento especial, es su retraso de más de treinta años el que tienen que saber superar.
Estamos ante un tiempo de ilusión. Y esa ilusión tenía que haberse materializado en la plena participación política de todas las sensibilidades en estas elecciones. La plena participación política corre el riesgo de convertirse, una vez más, en un vodevil judicial tras la gestión en el tiempo y la forma de la presentación de nuevos formatos de proyectos ideológicos. Y por eso no entendemos ni compartimos los explicitados acuerdos políticos entre el PP y el PSOE para seguir utilizando la Ley de Partidos de forma arbitraria. No entendemos que se siga utilizando la Ley de Partidos como instrumento electoral. No entendemos que once años después quieran seguir validando un Pacto Antiterrorista que, además de “arma arrojadiza” entre quienes dicen que lo mantienen vigente, solo ha servido y ha sido utilizado para alterar el mapa electoral de Euzkadi.
La Construcción de la nación vasca.
La nación vasca no es una entelequia política sino el horizonte en el que se articulan todas las esperanzas de la sociedad vasca. No hay construcción nacional sin construcción social. Por eso vemos a Euzkadi como un espacio de encuentro y de solidaridad, como un compromiso para los más débiles, como un lugar de reconciliación entre lo económico, lo ecológico y lo social, como un horizonte de plena igualdad entre hombres y mujeres, como un espacio de integración para las personas inmigrantes... En tanto que ciudadanos y ciudadanas tenemos derecho a esperar todo esto de la política y, como Partido, tenemos la obligación de seguir contribuyendo a que la sociedad vasca encuentre en nosotros un motivo firme para no desesperar, para salir de la crisis, para avanzar efectivamente hacia el autogobierno, para la paz definitiva, para la convivencia plural.
En el espacio político abertzale llegan tiempos de confusión, de baile de siglas y nuevos actores, de llamamientos a juntarnos por parte de quienes desearían sustituirnos. Tiempos de readecuación de espacios. Y a quienes han tenido y tienen en nuestro Partido un motivo de esperanza, a quienes consideran que, sin ser los únicos, somos el mejor instrumento para la construcción nacional de Euzkadi, les aseguramos que somos merecedores de su confianza, les aseguramos que seguiremos estando donde estábamos, fieles a nuestros principios y a nuestra forma de entender la política al servicio de los intereses de Euzkadi.
Y para ello, consideramos que es hora de fortalecer dos cosas al mismo tiempo: nuestro propio perfil ideológico y nuestra capacidad para construir acuerdos transformadores. Ese es el camino que iniciamos en el proceso Think Gaur (CAV-Nafarroa-Iparralde) y que se traduce ahora en la propuesta ADOS.
ADOS expresa ante todo una voluntad política. La voluntad de superar la actual situación de desencuentro, muy condicionada por la pervivencia de la violencia que dificulta los acuerdos políticos. Al mismo tiempo, estamos asistiendo a la aparición de un nuevo movimiento neocentralista que cuestiona los principios y las aspiraciones legítimas de Euzkadi.
ADOS es, primero, un método para un programa de crecimiento institucional y del autogobierno vasco. Segundo, un sistema garantías de bilateralidad para el acuerdo con el Estado. Tercero, un impulso a la internacionalización de Euzkadi, en el orden político-institucional, económico, cultural y social. Y, cuarto, el reconocimiento pleno de la realidad nacional de Euzkadi.
ADOS es una Iniciativa política, económica y social. Una iniciativa con vocación de convertirse en un espacio de encuentro de todas las personas que compartan esos principios y se sientan vinculados con el futuro, la emancipación y el progreso de Euzkadi.
Estas son las claves que EAJ-PNV propone para estos nuevos tiempos. Unas claves que permitan hacer realidad que “Euzkadi es la patria de los vascos y vascas”.
ADOS fija su atención en todo Euzkadi. Así, quiere aportar en Nafarroa nuestra visión de desarrollo de esa Comunidad y su conexión con la Comunidad Autónoma Vasca. También queremos seguir profundizando en nuestra presencia en Iparralde y en el trabajo por la Colectividad Territorial. Por último, queremos responder a quienes están desanimados por estos dos años de falta de liderazgo institucional en el Gobierno Vasco. .
EAJ-PNV tiene proyecto, tiene compromiso, y que si hemos sido capaces de conseguir que avance el autogobierno desde la oposición, podemos abrir un nuevo horizonte de esperanza cuando la sociedad vasca nos vuelva a poner al frente de las principales instituciones de este País.
Hoy, Día del Aberri Eguna-Día de la Patria Vasca, renovamos nuestro compromiso con Euzkadi. Somos un Pueblo. Somos una nación. Somos nacionalistas vascos, abertzales. Éste es nuestro único País. Nuestro compromiso está aquí. En una Euzkadi abierta al mundo. En una Euzkadi de todos y todas los que vivimos en Euzkadi.
Una Euzkadi que puede y debe decidir su futuro en paz y libertad. Una Euzkadi con derecho y capacidad de decidir. Decidir cómo y de qué manera se quiere organizar así como con quién y cómo articular sus relaciones.
Una Euzkadi que aúne prosperidad, desarrollo, respeto, bienestar y, sobre todo solidaridad. Una Euzkadi que respeta, pero que también pide y exige respeto.
Una Euzkadi que exige ser la protagonista de su presente y de su futuro. Es el momento de Euzkadi. Somos un Pueblo. Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Nafarroa, Lapurdi y Zuberoa. EUZKADI. Conformamos una nación y queremos ser libres.
GORA EUZKADI ASKATUTA !!
*Euskaraz bertsioa
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