16 marzo 2012

El Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, a través de la OMIC, se suma un año más a la celebración del Día Mundial de los Derechos de la Persona Consumidora, con la mirada puesta en las entidades bancarias y los servicios financieros. Así, en esta ocasión, el lema elegido por Consumer Internacional para el 15 de marzo ha sido “Nuestro dinero, nuestros derechos: campaña por el derecho a elegir en los servicios financieros.”

Este es un derecho importante, si se tiene en cuenta los frecuentes problemas a la hora de contratar los diferentes productos financieros. Y es que, ya sea por falta de información o por la complejidad que encierran los propios productos, muchas personas están atrapadas en malos acuerdos que les colocan en una situación de desamparo ante los gigantes bancarios. Por ello, es preciso subrayar, una vez más, la importancia de la información de cara a evitar posibles malas experiencias en este sentido.

Los productos bancarios son parte del conjunto de servicios financieros que contemplan además de las habituales cuentas corrientes y depósitos, los productos de inversión (acciones, bonos, fondos…), de seguros (de vida, hogar…) hipotecas y planes de pensiones. Además, en los últimos tiempos, han proliferado otro tipo de productos.

La OMIC Bilbao, como entidad que intermedia en los distintos tipos de conflictos, pone en valor la importancia de las firmas así como comprender lo que se firma. Con el objetivo de evitar posibles malas prácticas y salvaguardar los derechos de las personas consumidoras, es aconsejable recordar las siguientes pautas de actuación:

  • No firmar nada que no se entienda.
  • Solicitar aclaración o asesoramiento, bien en la propia entidad bancaria bien de forma externa, en el caso de no comprender algunos términos del contrato.
  • Exigir un documento por escrito de las condiciones de la operación financiera antes de tomar una decisión definitiva.
  • Realizar un seguimiento periódico a los ingresos, cobros y/o pérdidas en la libreta de ahorro.
  • Guardar siempre las copias de los contratos, así como todos los recibos y documentos.
  • Estudiar las nuevas cláusulas, gastos adicionales y coberturas extraordinarias que puedan surgir en el caso de renovar un contrato.
  • Analizar con detalle la publicidad de las entidades bancarias y no atender únicamente a los reclamos publicitarios.
  • Recordar que se puede revocar o desistir del contrato, un trámite que podrá ejecutar, sin penalización, en los catorce días siguientes a la firma del documento.


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