14 mayo 2013

El carácter de la mujer bilbaina

Patxi, el de Solokoetxe, al día siguiente de casarse, quiso dejar claras las reglas del juego en aquella casa. 
Sentando en la cocina a Amaia, su mujer, le dijo:

"Mira, para que luego no haya malos entendidos, te advierto que yo, después del trabajo, voy a tomar potes con la cuadrilla, le gusté a Amaia o no le guste. A las cinco tengo partido de Mus por las tardes y voy a seguir jugando le guste a Amaia o no le guste. Los viernes voy de cena con los amigos, te guste o no te guste y, cuando juegue el Athletic voy a San Mamés le gusté a Amaia el fútbol o no le guste. "

Tras escuchar sin inmutarse, Amaia, la de Bidebarrieta, contestó a Patxi el de Solokoetxe:
" para que quede todo claro apunta esto: en esta casa se desayuna a las ocho de la mañana, esté Patxi o no esté Patxi. Se come a las dos, esté Patxi o no esté Patxi. Se cena a las nueve con o sin Patxi. 
Y con puntualidad británica, se hará el amor a las diez, esté Patxi o no esté Patxi. "


Cuidado con la mujer bilbaina. 

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