Sentando en la cocina a Amaia, su mujer, le dijo:
"Mira, para que luego no haya malos entendidos, te advierto que yo, después del trabajo, voy a tomar potes con la cuadrilla, le gusté a Amaia o no le guste. A las cinco tengo partido de Mus por las tardes y voy a seguir jugando le guste a Amaia o no le guste. Los viernes voy de cena con los amigos, te guste o no te guste y, cuando juegue el Athletic voy a San Mamés le gusté a Amaia el fútbol o no le guste. "
Tras escuchar sin inmutarse, Amaia, la de Bidebarrieta, contestó a Patxi el de Solokoetxe:
" para que quede todo claro apunta esto: en esta casa se desayuna a las ocho de la mañana, esté Patxi o no esté Patxi. Se come a las dos, esté Patxi o no esté Patxi. Se cena a las nueve con o sin Patxi.
Y con puntualidad británica, se hará el amor a las diez, esté Patxi o no esté Patxi. "
Cuidado con la mujer bilbaina.
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