06 febrero 2007

Ezkerra y los suyos

Normalmente suelo leer tres o cuatro periodicos de tirada en Euzkadi más algún que otro deportivo.
Entre los de tirada en Euzkadi suelo leer "El Correo Español", intento leer solo las noticias y dejar de lado las opiniones, pues como su nombre indica son opiniones personales que determinan la ideología de quien las escribe.

Hoy sin embargo me he parado a leer el artículo de opinión de Iñaki Ezkerra, miembro del denominado Foro Ermua y de muchas más asociaciones y organizaciones.

Reconozco que esto puede dar a entender que me gusta el sadomasoquismo o algo por el estilo, pero puedo asegurar que no llego a escuchar "La mañana" de la Cope con Jimenes Losantos.

Volviendo al articulo de Ezkerra, resumo algo así como que Antonio Aguirre, uno de los miembros de este colectivo (y de otros muchos más), fue ese "Cid Campeador" que se atrevió a combatir a los enemigos nacionalistas vascos frente a ellos.

Recordemos que el señor (sic) Aguirre no debía entrar por la puerta por la que entró y que se benefició de ello gracias a la inestimable colaboración de la concejal de PP en Sondika, y muchas cosas más, señorita Alzola.

Entre las lindeces que cita declara que "no se esperaban ese puño cerrado que fue en el centro de aquella mañana gris y dsapacible como una flor de la izquierda que se abre con toda la verdad(...)"
Recordemos también que Antonio Aguirre levantó el brazo izquierdo con el puño cerrado ( y ya se sabe lo que se dice de aquellos que acostumbran a tener el puño cerrado) para después levantar el derecho de la misma forma. Vamos que no se sabía si era de izquierdas, de derechas o qué quería manifestar.

El aroma poético que deambula en su articulo se lo devuelvo de la siguiente forma.

El brazo en alto con el puño cerrado frente al pueblo vasco demostraba ciertos aires de violencia, una violencia sucia y fea que se aferra a una verdad que no es la suya ni la de nadie. Se aferra al odio y al rencor, a una libertad que no la demuestra hacia los demás. Con la simbología hiriente de un país que no quiere reconocer a otro país. Los aromas destilaban maldad, de tal forma que sus acompañantes tuvieron que desprotegerse de sus jerseys para airearse, como aquella persona que no soporta su sudor y lo contamina a los demás. La vergüenza de los suyos alejados a unos pasos de los protagonistas como palideciendo de sonrojo ante las manifestaciones del pueblo vasco allí representado.

No creo que me llegue a ganar la vida de poeta, pero creo que Iñaki Ezkerra tampoco de pensador, ¿o igual sí?

1 comentario:

  1. Ayer salió el ínclito Ezkerra entrevistado por Joseba Solozabal en telebilbao. Casi me da un mal

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