10 mayo 2011

Entrevista a Iñaki Azkuna (EAJ-PNV), Alcalde de Bilbao

Iñaki Azkuna y José Luis Bilbao


¿Qué tal estás de salud?
Para lo que se estila en estos tiempos, bastante bien.

De lo que se ha hecho en Bilbao en la última década, ¿qué es lo que te parece más importante y lo que más te ha satisfecho como alcalde?
Uno podría pensar que lo más hermoso en los últimos cuatro años ha sido la Alhóndiga, pero donde más satisfacción he encontrado yo ha sido en algunos barrios altos. Por ejemplo Monte Caramelo, que la gente lo desconoce, no sabe dónde está. La compostura, la reparación del Monte Caramelo ha sido extraordinaria. Ver a esos vecinos felices da mucha satisfacción. Y la compra del terreno en Mazustegi, lo mismo.

Te entiendo.
Otra cosa que me ha dado una satisfacción enorme ha sido ver el frontón. Fíjate que no he dicho el palacio de deportes, he dicho el frontón. Entre el palacio de deportes y el frontón, me quedo con el frontón. Tenía hambre de ver pelota a mano en Bilbao. El palacio de deportes es maravilloso, está muy bien, y sabéis que la Diputación, al final, lo ha financiado al 50%, pero el frontón -donde la Diputación ha puesto los euros y nosotros el terreno- es de las cosas más hermosas a nivel personal. No sigo, que te aburro.

No, no, está bien.
Pues sigo. Y en tercer lugar, quizás el haber recuperado para Bilbao muchos equipamientos que nos faltaban. Haber hecho el polideportivo de La Peña, el polideportivo de Atxuri, haber hecho varios centros de distrito y haber abierto tres o cuatro centros de jubilados, aparte de las residencias que habéis hecho vosotros en Rekalde, en Bilbao La Vieja, en Txurdinaga; en ese aspecto nos hemos puesto a un nivel europeo, creo yo. Creo que ya te he dado demasiadas satisfacciones, cuando la política da bastantes insatisfacciones.

Y ahora, ¿qué te preocupa?
Las cosas han cambiado. Todo esto lo hemos podido hacer cuando hemos tenido una fiscalidad extraordinaria y unos años de bonanza económica fantásticos. Eso lo sabes tú muy bien. Ahora es momento de amarre, de cierre de filas, de colaborar con todo el mundo y de salir de la crisis. Hay que ser muy prudentes y tener mucho rigor económico, mucha transparencia y orden en las cuentas; naturalmente, Bilbao se tiene que seguir transformando, pero acompasando todo ello a la crisis actual. Lo más importante hoy es hablar de economía y empleo. La economía y el empleo nos van a ocupar las veinticuatro horas del día los próximos cuatro años.

¿Le queda a Bilbao algo por conseguir después de todos los premios y reconocimientos internacionales?
Los premios son importantes, te vienen muy bien, te animan, pero no es cuestión de hacer las cosas para que te premien. Las haces porque, primero, crees que vas a dar más calidad a los vecinos y porque vas a tener una ciudad en condiciones de que haya más inversores y más emprendedores. Un inversor de fuera no viene a una ciudad que está hecha un asco, que está sucia y tiene una delincuencia brutal. Lo que tenemos que conseguir es una ciudad convivible. Nos falta la paz. Si conseguimos eso este país va a ser muy hermoso. Y esta ciudad, maravillosa.

Históricamente en este país había una especie de celos y recelos entre la capital y el territorio, entre Bilbao y Bizkaia. ¿Cómo ves tú ahora la situación?
Hasta cierto punto es lógico. La tierra llana y Bilbao estuvieron a golpes durante cuatro siglos, a torta limpia, todo el día en los tribunales. Tú y yo hemos tenido una discusión, una, por la torre; una discusión, ninguna más en ocho años. Desde entonces ha habido lo que tú llamas un pacto de hierro.

¡Ni una!
¿Por qué? Porque yo creo que es muy interesante que el territorio y la capital vayan de la mano. El error es lo contrario. Ir a tortas es perder una cantidad de energías impresionante. Sincronizar la dinámica del territorio y la de la capital es salir a caballo ganador. Todo lo que podamos ganar lo ganamos yendo de la mano.

Una pregunta personal. ¿Te hubiera gustado ser diputado general de Bizkaia?
¡No, por Dios, no! Puedes estar tranquilo.

Yo estoy muy tranquilo.
Ni se me ha pasado por la cabeza. Después de haber sido consejero de Sanidad en una época fructífera con Ardanza y muy poco tiempo con Ibarretxe, para mi el cénit de mi carrera ha sido la Alcaldía de Bilbao. Yo ya estoy muy contento. Quiero acabar como alcalde de Bilbao siempre que los bilbainos me den su confianza para el cuarto mandato.

Yo no te voy a votar. (Actualmente no vive en Bilbao, sino en Getxo)

Ya lo sé. Pero en la Alcaldía de Bilbao me quedo. Para mí ha sido extraordinario y no tengo ninguna otra ambición. Espero que no me preguntes lo de lehendakari porque eso ya me parece…

No, eso no toca, todavía no toca.
Vale.

Alcalde, tres proyectos principales o tres ideas estratégicas para la siguiente legislatura.
El primero, rigor económico y empleo. Tenemos muy pocas competencias de empleo, pero nosotros sí podemos coadyuvar a que se creen puestos de trabajo. Por ejemplo, vosotros tenéis ayudas a autónomos, tenéis Beaz, tenéis cantidad de ayudas y financiación o apoyo a empresarios. Nosotros lo primero que tenemos que hacer es, aparte del rigor económico, mantener la ciudad viva, abrir todos los días la persiana. Y eso significa tener seguridad, bomberos, transporte público, Bilbobus, limpieza en las calles, el tema del agua, energía eléctrica, iluminación... Ya lo he dicho antes, si un empresario quiere venir a Bilbao y ve una ciudad desastrosa, sucia, asquerosa, con delincuencia, ¿cómo va a invertir? Nuestra primera contribución al empleo nuestra es esa.

Que no es poco...
Además tenemos que coadyuvar al empleo con los medios que tenemos. Por ejemplo, la sociedad Lan Ekintza. Es una sociedad municipal que recibía dinero del Inem hasta ahora y del Gobierno vasco. Por ahí han pasado este año 8.000 hombres y mujeres que han tenido sus cursos, que han aprendido una serie de profesiones, han recibido formación profesional. La Escuela de Ingenieros de Bilbao, en una media de cinco meses, coloca a todos sus ingenieros.

Una buena formación...
Claro, el que está bien preparado se coloca, sobre todo en temas de ciencia, tecnología... El que está mal preparado, el que está de peón en la construcción, ahora está fastidiadísimo. Por tanto, primer proyecto: rigor económico y empleo. Segundo proyecto, empleo. Y tercer proyecto, empleo. Vamos a echar el resto para apoyar el empleo. Y evidentemente, al empleo no sólo se le apoya colaborando con otras instituciones.

Está claro.
Al empleo se le apoya también con los proyectos que tenemos en casa. Vamos a seguir apoyando a los mercados municipales y vamos a acabar con la joya de la corona, que es el mercado de la Ribera.

¿Para cuándo?
En año y medio me gustaría tener otros 40, 50 o 60 puestos de trabajo en el mercado. Apoyar Mercabilbao es fundamental. Queremos transformar el viejo matadero municipal de Zorrotza en un nicho de empresas. Y firmamos contigo y con la consejera traer un trozo de Zamudio a Zorrotzaurre. Por último, para nosotros es vital seguir apoyando al comercio y a la hostelería: nos dan 20.000 puestos de trabajo, que no son moco de pavo en estos tiempos.

Una hipótesis: si el dinero no fuera problema, si tuvieras una cantidad ilimitada, a la bilbaina, ¿qué harías?
Te preguntaría si te has tomado un gintonic -bromea-. Hablar de una cantidad ilimitada en estos tiempos es una quimera.

Ya, pero ¿qué harías?
Seguir con los proyectos. Tenemos presentados y preparados para los próximos cuatro años 200 proyectos en los barrios, que evidentemente tienen que recibir el visto bueno de los vecinos. Acuérdate de que vamos a financiar la parte que queda sin soterrar de Feve. Con ese dinero ilimitado pagaría la parte que falta por pagar, que es la zona del bulevar. Acabaría la línea 3 y adelantaría la línea 4 del metro con ese dinero que, desgraciadamente, va a ser limitadísimo.

¿Tienes algún referente de ciudad, alguna capital que pueda ser ejemplo a seguir, que no sea Bilbao?
Sí, pero siempre me pasa lo mismo: que los referentes son macrociudades. El caso de Bilbao es único. En los últimos veinte años no conozco una ciudad del tamaño de Bilbao, 354.000 habitantes, que haya hecho el esfuerzo de una manera tan singular. Conozco el caso de Vitoria, a la que hay que reconocer, y lo digo sin ambages, su premio a la capitalidad verde. Desde luego ahí se ve que ha habido alcaldes y diputados generales que han echado el resto y han logrado una ciudad estupenda.

Ese acuerdo del que hablamos mucho tú y yo, de Bilbao-Bizkaia dentro y fuera, ¿esperas rentabilidad?
De todo tipo. Por una razón: porque no hay otra posibilidad. Bilbao es una ciudad media, pequeña digamos, para competir con grandes ciudades. Lo de Shangai ha sido un milagro. Si queremos ir a Milán tenemos que competir Bilbao-Bizkaia; Bilbao-Bizkaia da unas sinergias, una fuerza y una dinámica al empeño impresionante. No porque Bizkaia tenga tampoco excesivo terreno, porque no lo tenemos, pero no es cuestión solo de superficie, es cuestión de fuerza. Uniendo Bilbao y Bizkaia la fuerza no se duplica, se cuadriplica.

Hacemos una gran pareja, sí.
¿Cuándo habíamos pensado que Bilbao iba a tener más turistas que San Sebastián? En la vida. Bizkaia es un complemento fabuloso a la punta de lanza de Euskadi en el panorama internacional, que en este momento es Bilbao. Y lo digo con orgullo, no para fastidiar a nadie. Tenemos que remar juntos. Sería una estupidez no hacerlo.

Define un prototipo de ciudadano o ciudadana bilbaino, bilbaina.
Un ciudadano bilbaino es un ciudadano que va vestido de un modo peculiar. Generalmente bien vestidos, ellos y ellas. Es un ciudadano inteligente, es un ciudadano -sobre todo ellos, aunque últimamente ellas han llegado a la igualdad en eso- tirado para adelante, con cierta fanfarronería, pero muy simpática. No es la fanfarronería del chulo que te molesta, sino la fanfarronería del que te hace gracia. El bilbaino es un ser generoso, hospitalario, te haces amigo de él a la primera. Y si te tomas un txakoli con él ya es la leche.

Y si son dos o tres, ni te cuento.
Yo creo que el bilbaino es un personaje que muchos años de su vida ha estado debajo del agua, fastidiado, porque la última parte del siglo anterior fue tremenda, catastrófica para Bilbao. Pero ha recuperado el orgullo, ha recuperado la dignidad y en este momento es un hombre que apoya. Fíjate, acuérdate cuando el Guggenheim, no lo apoyaba nadie. Ahora, sin embargo, el bilbaino apoya, apoya la ciudad, se siente conforme, se siente de acuerdo. Y más o menos el retrato es así.

Un rincón, un lugar, una zona de Bilbao especial para ti.
Jardines de Albia, el Arenal, la Plaza Nueva... son sitios del Bilbao clásico. Naturalmente Abandoibarra es bellísimo, pero yo me he referido a tres enclaves muy del Bilbao genuino, del Bilbao de toda la vida. Lo dice un bilbaino que nació en Durango.

Nacemos donde queremos, ¿eh?
Por eso tú naciste donde naciste y yo nací donde nací.

O sea, que sigue estando en vigor aquello de cuando un padre iba a despedir al hijo que se iba de viaje: "Cuando vayas por ahí no digas que eres de Bilbao y no preguntes a otro si es o no de aquí. Porque si no lo es no tienes por qué ofender, y si es de Bilbao ya te dirá él que lo es. Así que vete por la vida tranquilo"
El otro día me contó un bilbaino de estos fanfarrones, que estuvo en un bar de Burgos, y el camarero le preguntó de dónde era. Y este le dijo: te vas a enterar cuando me cobres, ¡cobra caro! Me lo contó el otro día en la basílica de Begoña y yo me echaba por el suelo.

Una cosa más personal ahora. La dedicación a la política durante todos estos años, ¿te ha hecho renunciar a algo que eches de menos? 
A la privacidad. Sabes que aquí estamos en el punto de mira de todo el mundo. No llevamos vida privada, aunque yo procuro separar muy bien una y otra. Me ha hecho renunciar a lo que me hubiese gustado ser toda la vida: director de la orquesta de Berlín. 

¿De la de Berlín? ¿No de Bilbao? 
Sí, de la de Berlín, pero para cuando me di cuenta ya era muy mayor y no tenía posibilidades. Se me ha pasado el arroz.

Otra cosa, cuando andas por la calle la gente te conoce, te saluda, te habla, se te queja... ¿Eso te molesta, te incomoda, lo tienes asumido?
En eso tengo más ventajas y desventajas que tú. Si tú y yo vamos juntos a un sitio, a ti te saludan menos que a mí, pero a ti no te da la chapa nadie y a mí me la da mucha gente. La verdad es que en el 98% de las veces son preguntas hechas con total honestidad y con interés para que las resuelvas, aunque algunas son irresolubles. 

¿Por ejemplo? 
Hubo una señora que me dijo que le pusiera un funicular desde su casa hasta Artxanda porque quería subir todos los días... La gente va al alcalde a pedirle de todo, de sus competencias y de sus no competencias, y entonces te haces a ello. Yo, que era un hombre realmente impaciente, una de mis virtudes en estos momentos creo que es la paciencia, la paciencia que hay que tener con la gente que te pide cosas.

Y al hilo de esto, la participación de la ciudadanía en la toma de decisiones en proyectos que les afectan en la vida real, ¿cómo ves ese reto que tiene la Administración?
La participación es fundamental, pero tiene que estar ordenada. No es que abras la puerta del Ayuntamiento y que hagas todos los días dos asambleas; eso es ridículo, no sirve para nada. La participación es que tener ocho centros de distrito, donde los vecinos discuten los problemas de ese distrito. Tenemos me parece que son 7 u 8 consejos sectoriales: consejo verde, consejo de la mujer, consejo de la emigración... Al final ya el año pasado hicimos el consejo social, que es donde estamos todos los que se pueden llamar las fuerzas vivas de Bilbao. Y luego hay una cosa que en la participación es fundamental: la información. La gente tiene que estar informada. Tú al vecino no le llamas todos los días y le preguntas qué te parece esto, pero tiene que estar informado perfectamente.

Muy bien. Dos preguntas políticas. La primera, la ilegalización de Bildu en el Supremo. ¿Qué opinas de esto?
Es un error político, de calado, porque lo que no se puede es echar la culpa a los jueces. Los jueces han hablado porque no se ha sustanciado el tema en la política, que es donde se tenía que haber sustanciado. Comprendo que el PSOE está en una situación muy mala, de debilidad, en una situación tremenda. Pero los que conocemos el percal aquí, en Euzkadi, y los que no le debemos nada a Bildu ni a Sortu, porque no le debemos nada, y a la izquierda abertzale por supuesto yo no le debo nada, debo reconocer que decir que Bildu y ETA es lo mismo es una estupidez. Eso no es cierto.

No, no lo es.
Conocemos a cantidad de gente de la izquierda abertzale que está deseando que ETA acabe. Segundo, se ha cambiado la ley electoral. ¿Para qué se ha modificado la ley electoral? Para que en caso de que algún electo vaya contra las normas democráticas se le pueda echar al día siguiente. En este momento tienes armas suficientes para resolver los asuntos. Si todos los de Bildu son de ETA vamos a tener que construir muchas cárceles en este país, no va a haber sitio. Es un error. 

Y al hilo de esto, ¿estás convencido de que si al PSOE y al PP les dan los números van a pactar en Bilbao y en otros sitios? 
En todas partes, sí.

¿Donde les den los números?
Sí, es de cajón. 

Hablando de números, todas estas informaciones sobre que se ha liquidado la deuda histórica del Ayuntamiento, el saneamiento financiero… ¿Cómo es posible hacerlo?
Nos ha ayudado mucha gente. Nos ha ayudado la oposición. Los primeros cuatro años que estuvimos en minoría no rascamos bola, no pudimos hacer ningún presupuesto, no gastamos un euro. Pero sí pudimos pagar la deuda, porque la deuda ya había pasado por pleno en la época de mi antecesor, Ortuondo. Por lo tanto, había una especie de pista de aterrizaje para ir pagando la deuda poco a poco. Nosotros, que no podíamos gastar, pagamos un trozo de la deuda en minoría.  

Que se dice pronto.
De hecho, la gran parte de la deuda se ha pagado entre 2000 y 2007. De 2007 a 2010 ya hemos bajado el pistón, por razones obvias. La bonanza económica extraordinaria nos ha permitido hacer las cosas que hemos hecho. Si no, ¿de qué? Y a la Diputación supongo que le ha permitido también hacer todas esas cientos de obras que ha hecho, importantísimas: el frontón, el palacio de deportes... Y la nueva entrada en Bilbao, que cuesta un potosí.  

290 millones de euros.
Una tontería. Esa ha sido la segunda razón. Y la tercera, que ha habido una buena gestión, ha habido rigor económico, hemos apretado y hemos gestionado el dinero para lo que había que gestionar. Terminar con la deuda no es un fin en sí mismo. Nosotros nos tendremos que endeudar, pero para cuestiones estratégicas, como se ha podido endeudar la Diputación para el Metro o para construir el BEC. Nos tendremos que endeudar para Zorrotzaurre, quién sabe si para el TAV, para la estación... Cosas productivas para Bilbao y Bizkaia. Lo que sería una torpeza y una desgracia sería que nos tengamos que endeudar para pagar Aste Nagusia; eso sería un error. Y, naturalmente, en este país a partir del 23 de mayo van a pasar muchas cosas. 

¿A qué te refieres?
Muchos ayuntamientos de España van a estar en quiebra o medio en quiebra a partir del día 23. Hasta el 23 van a aguantar, pero a partir de ese día va a haber gente que no podrá pagar la luz. De hecho, hay ayuntamientos que han construido centros deportivos, centros espectaculares, y no pueden abrirlos porque no pueden pagar el mantenimiento. 

Bueno esto termina ya. ¿Una porra para el día 22?
No, hay una pregunta que me tienes que hacer. 

¿Cuál?
Si salgo de alcalde, hay un rumor de que lo dejo en tres meses.  

Entonces te hago la pregunta. ¿Es cierto ese rumor de que ganarás y dejarás de ser alcalde en tres meses?
En 2007 salió el mismo rumor: que yo había llegado a un acuerdo con mi partido por el cual salía de alcalde y al de tres meses le dejaba al siguiente. Parece mentira que no me conozcan. Yo soy de los que siguen hasta el final. A mí me sacan del Ayuntamiento de dos formas: una, porque los bilbainos me dicen que me vaya a casa, y otra, con las patas para adelante. Así de claro. 

Muy bien, está claro. Ahora sí es la última, un resultado en Bilbao y en Bizkaia.
Ganamos, sí. Otra cosa es cómo gobernamos luego. Y prepara bien la siguiente entrevista, que yo haré de periodista. 

La entrevista original fue realizada por el actual y próximo Diputado General de Bizkaia, José Luis Bilbao, y publicada en el diario DEIA. Noticias de Bizkaia.


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